Viñetas Argentinas en el Cine (parte 2)



Segunda época: Alguien que anda por ahí

De aquí en más, y hasta entrado el nuevo siglo, el cine argentino sufre una merma importante en su producción, y pierde la continuidad y homogeneidad que había alcanzado en años anteriores. Por este motivo, no es raro encontrar menos adaptaciones de historietas en el cine, aun cuando se vivían períodos interesantes en el noveno arte, como ser toda la etapa de la Editorial Frontera de Héctor Oesterheld, a fines de los ’50, o, ya más adelante, el surgimiento de revistas como Skorpio en los ’70, y Fierro en los ’80. Veamos qué es lo que encontramos por ahí.

Lindor Covas, el Cimarrón (1963). Dirigida por Carlos Cores, basada en la tira de Walter Ciocca

Con casi tres décadas de publicación ininterrumpida, Lindor Covas, el Cimarrón es una de las tiras para diarios no humorísticas más longevas del mundo. Cuenta la historia de un desertor del ejército unitario, a mediados del siglo XIX, que escapa de la justicia y se transforma en un gaucho errante. Dirigida y protagonizada por Carlos Cores, y con argumento original del propio Ciocca, la película se divide en tres segmentos, en donde este gaucho corajudo se mide contra su viejo enemigo, el Bicho Moro; contra la cruel indiada, para rescatar del cautiverio a Pichi-Pilú; y contra la Justicia, que lo persigue por desertor.

Las Aventuras de Hijitus (1973). Basado en el personaje de Manuel García Ferré.

Manuel García Ferré desembarca en Argentina proveniente de su Almería natal con apenas 17 jóvenes años. En 1952 consigue publicar su primera historieta en la revista Billiken: “Pi-Pío”. A la par desarrolla una ascendente carrera como animador, que se inicia con una serie de cortometrajes publicitarios protagonizados por el pequeño Anteojito y su tío Antifaz. El éxito de estos personajes es tal que impulsa a García Ferré a fundar su propia revista. Así nace, en 1964, Anteojito, hogar de las nuevas creaciones del dibujante y de infinidad de notables historietas de reconocidos artistas locales. Su carrera cinematográfica comienza en 1972, con el film Mil intentos y un invento, nuevamente protagonizado por la dupla de Anteojito y Antifaz. Este sería el puntapié inicial de una serie de películas que se coronaría con éxitos como Petete y Trapito, Ico, el caballito valiente y Manuelita, entre otras. Su última producción es Soledad y Larguirucho, de reciente estreno en salas nacionales.

Pero sin dudas, su trabajo más recordado es la serie televisiva Las aventuras de Hijitus, emitida por primera vez en 1967 y compuesta en total por 75 cortos. El largometraje que aquí consignamos consta de  la unión de tres de estos episodios. El origen de Hijitus se encuentra en las páginas de “Pi-Pío” y difiere en gran medida de su versión televisiva. Se trata de un niño prodigio que habla en un latín un tanto extraño, y se descubre último descendiente de la “Dinastía de los Itus” y “requetataraniento del Faraón Amenenbhitus MCLIX V-8”. Luego de esta breve aparición en las viñetas el personaje vuelve renovado para la TV, transformado en un pequeño vagabundo que obtiene superpoderes luego de utilizar su sombrero mágico. Junto a su perro Pichichus, y sus amigos Oaky, Larguirucho y el Comisario, defiende a la ciudad de Trulalá de las trapisondas del nefasto Profesor Neurus.

La película se exhibió en los cines argentinos en 1973, y más tarde se reeditó en video bajo el título Festival de Hijitus.

Beto Nervio contra el Poder de las Tinieblas (1978). Dirigida por Miguel Bejo, basada en la historieta creada por Mirco Repetto y Emilio Cortinas.

Creado originalmente para la revista Patoruzito, Vito Nervio es un detective argentino que, por su gran capacidad, es enviado a resolver misterios en lugares exóticos como Egipto, Medio Oriente o el Ártico. La historieta cobra popularidad cuando, varios años después, toman la posta Leonardo Wadel en los guiones y un joven Alberto Breccia en los dibujos.

La película –que cambió el nombre del personaje por razones de copyright- es una producción de bajo presupuesto que no llegó a tener estreno comercial en salas. La historia, que incluye textos del prestigioso escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky, muestra al personaje de historieta contratado para resolver un caso en el mundo real.

Mafalda, la Película (1981). Dirigida por Carlos Márquez, basada en la tira de Quino.

Aquí se da un caso similar al que comentábamos con Hijitus. El largo de Mafalda estrenado en cines no es otra cosa sino el rejunte de los cortos animados emitidos en televisión a principios de los ‘70, producidos por Daniel Mallo. Al igual que con los cortos, esta película no tuvo mucha repercusión, más que nada por la desacertada elección del elenco vocal y por tratarse de simples adaptaciones de las tiras diarias, con lo cual uno ya podía adivinar el remate de antemano. “No quise meterme en el guión ni nada” cuenta Quino. “Dije: acá está la tira, háganla cómo les parezca. Aquello fue el gran fracaso. Aparte que hicieron una Mafalda en un mundo edulcorado, rosadito, la escuela bonita… La gente en aquella ocasión dijo: ‘Pero cómo, esa voz no es la de Mafalda’. Claro, cada uno tiene la voz de Mafalda dentro de sí”.

Yor, the Hunter from the Future (1983). Dirigida por Antonio Margheriti, basada en la historieta de Eugenio Zapiettro (bajo el seudónimo de Diego Navarro) y Juan Zanotto.

Esta película es un caso singular: es la única producción extranjera (mejor dicho, co-producción, ya que está realizada entre Italia, Francia y Turquía) inspirada en una historieta de autores argentinos, Henga, aparecida en la revista Skorpio. Cuenta la historia del cavernícola del título, rey de los pueblos del mar, que se lanza a la búsqueda de las tierras cálidas, acompañado de su mujer Ka-laa, y el viejo sabio Pang. En el camino se topará con peligrosas bestias prehistóricas y seductoras mujeres que provocarán los celos de su amada.

La publicación de esta historieta en la versión italiana de Skorpio, y el gran reconocimiento que se granjea Zanotto (italiano de nacimiento) entre sus lectores, fueron los que llevaron a la realización de este largometraje.

La Clínica del Dr. Cureta (1987). Dirigida por Alberto Fischerman, basada en la historieta creada por Meiji y Ceo

Uno de los grandes éxitos de la revista Hum®, de principios de los ’80, La Clínica… relata las maquiavélicas estrategias del Dr. Cureta –un médico completamente cínico, corrupto y ventajero- para hacer dinero, sin preocuparse por la salud de sus pacientes. Siempre con Meiji en los guiones, la mayor parte de los episodios fueron dibujados por Ceo, reemplazado en algunas ocasiones por Rep y Toul.

En el filme, Cureta (Gianni Lunadei) se las ve contra el incorruptible inspector Bonfanti (Juan Manuel Tenuta), quien intenta llevarlo preso por las incontables irregularidades que encuentra en su clínica. Ante la imposibilidad de basar el argumento central en alguna de las historietas –son todas historias autoconclusivas- el director eligió crear una trama original (la de Cureta contra Bonfanti), e ir mechando en el medio distintas situaciones humorísticas con los médicos y los pacientes del hospital. Cuenta la leyenda que, durante la pre-producción del filme, hubo un impasse porque se había agotado el presupuesto. Como último recurso, el productor (Víctor Bo) apostó sus últimos billetes a la lotería… ¡y ganó! Así fue como la película pudo terminarse.

Las Puertitas del Sr. López (1988). Dirigida por Alberto Fischerman, basada en la historieta de Carlos Trillo y Horacio Altuna

Entusiasmado por el éxito de La Clínica… Bo y Fischerman reinciden con la adaptación de una historieta, en este caso Las Puertitas del Sr. López, creación de Trillo y Altuna publicada a fines de los ’70 en El Péndulo, y luego en Superhum®, hasta 1982. López es un oficinista gris, aburrido y sin futuro, harto de su trabajo y de los rigores de su mujer, que cada tanto atraviesa una puerta (generalmente de un baño) y escapa a un mundo fantástico donde las cosas suelen estar mejor, aunque no tanto.

En la película, López (un genial Lorenzo Quinteros) vive desventuras similares a las de la historieta, aunque, en coincidencia con el “destape” post-dictadura militar, se les dio un tono más erótico. Es famosa la escena en la que López tiene sexo sobre una moto con la mujer de sus sueños, encarnada (nunca mejor dicho) por Katja Alemann. Acerca del final “feliz” del filme, que poco tiene que ver con lo que ocurre en la historieta, Trillo –que participó en el guión – cuenta que “teníamos otro final, pero lo que pasó es que estaba la película de Michael Douglas y Glenn Close, y el productor dijo ‘tiene que terminar reconciliándose con la mujer, porque la gente busca finales como el de Atracción Fatal’. Teníamos un desenlace que yo había escrito, donde López finalmente rompía el cascarón, la dependencia con la mujer, se las tomaba y empezaba una vida con la otra. Después de la noche de amor, López iba al baño y encontraba adentro a (su mujer) Mirtha Busnelli, vestida de Matahari. Lo defendimos, pero no hubo caso”.

 

Cabo Savino: El Tren (1989). Dirigida por Juan Carlos Abate, basada en la historieta de Gustavo Solanas y Carlos Casalla.

Para muchos, uno de los paradigmas de la historieta de militares, El Cabo Sabino (luego rebautizado Savino) comenzó a publicarse en el diario La Razón, en 1954, para luego pasar por distintas publicaciones hasta recalar en las revistas de editorial Columba. Fueron varios también los autores que se encargaron del personaje, entre los que se destaca Julio Álvarez Cao, guionista emblemático de la serie. La historia cuenta el derrotero de este soldado de fortín durante la Conquista del Desierto, en el que muchas veces transgrede las órdenes de sus superiores, para situarse en favor de los indios.

El Tren, realizada para su comercialización en video, se pensó como el primer episodio de una serie sobre el Cabo Savino, pero por problemas con Casalla -que no estaba de acuerdo con algunos aspectos del filme- debió sacarse de circulación.

Mencionaremos, por último, el cortometraje La Planicie de Yothosawa, basado en un unitario homónimo del querido Roberto Fontanarrosa, aparecido en el número 12 de Fierro. Dirigido por Hernán Vieytes, el filme describe, a la manera de un documental, la vida de los estrafalarios animales que habitan en la región.